Una de las enfermedades más frecuentes en el embarazo es la diabetes gestacional. Aunque no hayas sido diagnosticada con esta enfermedad antes del embarazo, tu nueva condición puede generar que lo seas por los cambios hormonales. En caso de que padezcas diabetes antes del embarazo, es muy probable que tu glucosa se eleve. Conoce la diabetes en el embarazo para que sepas cómo enfrentarla si se presenta.


1. ¿Qué es?

Es una enfermedad que se caracteriza por la elevación de la glucosa en sangre resultante de los defectos de la secreción o la acción de la insulina, o ambas. Al consumir un alimento, sobre todo rico en carbohidratos, el cuerpo metaboliza dicho alimento para convertirlo en moléculas de glucosa y así poder ser absorbida con la ayuda de una hormona que produce el páncreas que se llama insulina.

Cuando tienes diabetes no se produce la insulina suficiente o ésta no funciona bien, eso hace que la glucosa no se absorba y al mismo tiempo se eleve en la sangre.

La diabetes gestacional es la que se presenta durante el embarazo, ya sea que nunca la hayas tenido o que la padecieras antes del embarazo.

2. ¿Cómo saber si tienes diabetes gestacional?

Hay síntomas como tener mucha sed, visión borrosa o infecciones vaginales o urinarias frecuentes que podrían ser una alerta. Sin embargo, la mayoría de las veces, mientras estás embarazada pueden no presentarse síntomas.

Debido a que por genética las mujeres latinoamericanas tienen más tendencia a padecer esta enfermedad, es importante que, durante tu visita al médico, evalúen tus niveles de glucosa en sangre, sobre todo en el segundo y tercer trimestre.

Si tienes más probabilidades de tener esta enfermedad porque presentas factores de riesgo como sobrepeso, obesidad, diabetes en un embarazo anterior, antecedentes de diabetes en tu familia, tienes más de 35 años o padeces de hipertensión, es necesario que tu profesional de la salud te realice una prueba de intolerancia a la glucosa para que pueda realizar un diagnóstico oportuno. 

3. ¿Cómo disminuir los riesgos?

Haciendo cambios en tu alimentación y ejercitándote ligeramente bajo la supervisión de tu médico, puedes mantener los niveles de azúcar estables para que no se presenten complicaciones. Tu médico también evaluará si debe prescribirte medicamentos. Por otro lado, el monitoreo de tu bebé durante todo el embarazo será clave para asegurarse de que su crecimiento y desarrollo evolucionen adecuadamente.

4. Consecuencias

En la mayoría de los casos si se interviene a tiempo, ésta no afecta al bebé, pero si no se controla, puede provocar que el páncreas de tu pequeño se acostumbre a generar mucha insulina y por eso al nacer, el niño puede sufrir hipoglicemia, pues ya no estará recibiendo la glucosa que recibía de tu organismo. Otra de las consecuencias puede ser que el bebé crezca más de lo normal en el vientre y esto haga que el parto sea más difícil e incluso que se deba contemplar una cesárea. Si durante el embarazo no logras controlar tus niveles de glucosa en sangre, es posible que tu bebé nazca tenga una mayor predisposición a tener obesidad a lo largo de su vida.

5. ¿Qué pasará después del parto?

Normalmente después de dar a luz las mujeres dejan de ser diabéticas, sin embargo, debes seguir cuidando tu alimentación y ejercitándote a menudo, pues por los antecedentes de glucosa alta en sangre tienes más probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2 posteriormente.

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