Cuando somos padres una de nuestras preocupaciones es ver a nuestros nenes llorar, es frustrante sentir que no podemos hacer nada para aliviar su llanto y a veces puede asustarnos que algo esté mal. Lo mejor es mantener la calma e identificar qué es lo que sucede, en ocasiones los peques llegan a tener cólicos sin motivo aparente durante sus primeros meses de vida, estos son los Cólicos del Infante (CI) y aunque no a todos les pasa, son muy normales.

Nuestro rol como papás es observar a nuestros nenes e identificar si está pasando por los CI o si su llanto es por otro motivo. ¿Cómo identificarlo? el padecimiento es peculiar y debe cumplir los siguientes tres criterios:

1.    El llanto dura más de tres horas al día

2.    Se da más de tres días a la semana

3.    Persiste más de tres semanas

A esto se le llama la “regla de Wessel”, podemos reconocer que el llanto suele ser más intenso, con un tono más alto y que surge o termina sin alguna razón aparente. La dificultad se debe a que no parece tener un precedente que nos permita darnos cuenta que nuestro nene está a punto de pasar por un episodio, estos duran más que cualquier otro llanto y parece ser imposible de consolar; por lo que debemos ser pacientes y no desesperarnos para poder calmarlo.

Aunque los factores por los que llega a suceder no son claros, se han podido establecer tres grupos de razones que propician la aparición de cólicos:

·  Factor gastrointestinal. Son de los más conocidos pues se trata de la intolerancia a la lactosa o a la proteína de leche de vaca, se puede deber a una inmadurez intestinal, entre otras.

·  Factor biológico. Como las técnicas de alimentación, si el nene llega a tragar mucho aire o tiene una sobrealimentación, podrían ser la razón.

·  Factor psicosocial. También se cree que el comportamiento del niño puede predisponerlo al CI, con circunstancias dadas por el estrés familiar o alteraciones en la dinámica dentro de la misma.

Entonces, ¿qué podemos hacer para ayudar a nuestro nene cuando se trata de Cólicos del Infante? Es importante que como padres entendamos que es un trastorno pasajero e irá resolviéndose con el tiempo, por lo que no hay que desesperarse, por el contrario, se debe construir una relación familiar armoniosa.

Apóyate de tus familiares, no te juzgues si de pronto te encuentras cansada, es mejor pedir ayuda y evitar mostrar irritabilidad con tu nene o darle de comer cada vez que llora, ya que puede ser perjudicial.

Establece una rutina, dependerá de cada niño, pero el objetivo es ayudarlo a sentirse más cómodo en su día a día.

No hagas uso de medicinas, una recomendación de este tipo debería ser fundada y propuesta por su pediatra, no olvides que siempre debes consultarlo para tener una evaluación más precisa y así poder darle los mejores cuidados a tu nene.