Un bebé de 18 meses muestra señales de que está fisiológicamente listo para aprender a ir al baño, sin embargo, no es una regla general, como papás debemos entender que todos los niños son diferentes y cada uno lleva un proceso, por ello es que su aprendizaje puede suceder entre los 18 y 36 meses. Un dato importante que debemos tener en cuenta al momento de ayudarlo.

Tu nene madurará su sistema digestivo y su vejiga a un grado en el que puede ser capaz de aguantar el orinar o defecar hasta poder llegar al inodoro, pero debemos tomar en cuenta otras habilidades como la paciencia y la comunicación; ya que es normal que tu nene prefiera estar jugando o no tenga intenciones de avisar cuando tiene ganas de ir al baño.

Si es capaz de brincar en sus dos pies, tiene intenciones de comunicación o amanece con el pañal seco, pueden comenzar a practicar el control de sus esfínteres, inicia por reconocer las señales de tu nene y anímalo a usar su bañito. Estas señas pueden ser:

·  Ponerse rojo

·  Cruzar las piernas

·  Adoptar posturas como las piernas en tijera

·  Hacer caras o gestos

·  Mostrar molestia hacia el pañal

A su vez es importante que tenga conciencia de sí mismo utilizando palabras como “yo” y “mío”, que desarrolle su lenguaje para poder ser entendido con términos relacionados, es decir, que conozca palabras como baño, pipi, popo, calzón; a que diferencie entre limpio y sucio y a tener destrezas motrices para que pueda agacharse, girar, subir, bajar y saltar; además de aprender a seguir indicaciones, entre otros aspectos.

Todos estos son pequeños logros que tu nene irá acumulando para poder conseguir ir al baño sin problemas, y son elementales para que progrese. Antes de poder ir a su bacinica o al inodoro solo, debes estar pendiente para que lo ayudes, creando un canal de comunicación que le permita pasar a otras etapas.

En ocasiones, es probable que tu nene pase por algunas etapas, en lo que se adapta y aprende el proceso, como:

1.- Hará del baño en el pañal y no mostrará interés en el asunto.

2.- Avisará que se hizo del baño una vez que ya se ensució.

3.- Avisará mientras está evacuando.

4.- Podrá sentir la necesidad de querer orinar o defecar y avisará antes.

5.- Sabrá identificar cuando tenga ganas, avisará y llegará al baño a tiempo, además podrá esperar.

Nuestro rol como padres es crucial, ya que el éxito de tu nene depende de ti, puede ser un proceso estresante pero no hay que tener una actitud negativa. En la primera etapa se debe ser paciente y no recriminar por no poder lograr la continencia, felicítalo por avisarte y despídanse del pañal sucio para que sepa que no es nada malo.

Si te avisa cuando ya se ensució no lo cambies de forma abrupta, muéstrale calma y cámbialo como se mencionó anteriormente, poco a poco pídele que avise. Una vez que avisa cuando está por hacerse, no lo hagas esperar, vayan inmediatamente al baño, y sigan despidiéndose alegremente de los desechos.

Si en algún momento tu peque tiene un retroceso no lo presiones ni lo retes, sigue manteniendo una comunicación que lo aliente. No olvides que el control durante la noche lleva más tiempo, y puedes tomar medidas diferentes, por ejemplo:

·  Evita darle líquidos una hora antes de acostarse, e intenta que haga del baño antes de ir   a acostarse.

·  Puedes buscar una hora en la noche en que lo levantes para que vaya al baño.

·  Intenta despertar antes que tu nene y llévalo al baño inmediatamente.

Recuerda consultar a su pediatra en cualquier duda que tengas; pues no existe un método universal, podemos irnos adecuando al comportamiento de nuestros nenes apreciando sus cualidades especiales, familiarizándonos con sus intereses y respetándolo como un individuo único, interesante y capaz.